5. Conclusión

Los contenidos de esta obra forman parte de un encargo de autoría de la Universitat Oberta de Catalunya (Mas 2020) y están sujetos a la licencia de Creative Commons CC BY-SA 3.0.

“Small differences in methodology can yield big differences in results.”

(Aspinwall 2006: 5-6)

Las medidas compuestas son instrumentos muy necesarios cuando trabajamos con grandes volúmenes de datos: encontramos índices de medida medioambiental de una ciudad, de contaminación de un río, de selección de países para invertir, etc. Son útiles para resumir grandes conceptos en poca información y podemos usarlos para tomar decisiones, puesto que tienen la virtud de hacer comparable información muy diversa. Podemos ver, por ejemplo, cómo evolucionan los países en una faceta determinada, o bien comparar entre países. Sin embargo, es necesario tener muy en cuenta sus limitaciones y, sobre todo, comprender los efectos que puede tener su metodología sobre los resultados. Escapar a la arbitrariedad a la hora de construir una medida compuesta es muy difícil, y por eso es necesario tomárnoslas con una cierta distancia. A pesar de su utilidad, ningún indicador escapa a problemas de validez y fiabilidad, de forma que siempre habrá una fuerte carga de las decisiones de las personas que los han construido (más o menos acertadas, más o menos justificadas, más bien o malintencionadas).

Las justificaciones asociadas al IDH las encontraréis en las notas técnicas y en varios documentos correspondientes a diferentes informes publicados por el UNDP (véanse, por ejemplo, UNDP, 1990 y 1999). Tenéis que pensar que la construcción del IDH que hemos estudiado es diferente de su construcción original. Por ejemplo, desde 1990 hasta 1993, el IDH se normalizaba por medio de un MinMax empírico. El 1994 se pasó a un MinMax teórico, a pesar de que algunos de los mínimos y los máximos todavía no eran los que tenemos actualmente. Los desarrolladores del IDH también consideraron ponderar las variables empíricamente con un análisis de los componentes principales (PCA, en inglés), pero finalmente lo descartaron. Buena parte de los cambios que ha sufrido el IDH han sido fruto de las críticas recibidas por parte de algunos centros de investigación, que discutieron de forma argumentada cómo se había construido el índice. El UNDP incorporó algunos de estos comentarios a las nuevas versiones del índice.

Ejercicio 26. Cambios en el IDH: leed el documento de Elizabeth A. Stanton The Human Development Index: A History (Stanton 2007: 16-22), y complementad la lectura con las primeras ediciones del Human Development Report y el manual de la OCDE de medidas compuestas (OECD 2008). Responded a las siguientes preguntas:

  • Describid cuál era el IDH original de 1990 y qué cambios hubo durante la primera década.
  • ¿Cuál fue la principal crítica conceptual respecto a los indicadores utilizados para construir el IDH? ¿Qué otros indicadores proponían los expertos?
  • ¿Por qué motivo técnico se decidió optar por el MinMax teórico a partir de 1994?
  • El 1993 se publicaron los resultados de la ponderación por PCA. ¿Por qué motivo se descartó la ponderación empírica?

Como conclusión, la misión más importante que tenía este módulo era haceros reflexionar sobre las ventajas y los inconvenientes de utilizar medidas compuestas1. Los índices y las escalas no son medidas objetivas, sino todo lo contrario: son fruto de un proceso que comporta inevitablemente un gran número de decisiones. Por este motivo, como lectores, tenemos que mirarlos siempre con cautela, sospecha y desconfianza. Como constructores, para elaborar buenas medidas compuestas, tendremos que ser conscientes de sus limitaciones, justificar cada paso que llevamos a cabo y construirlas con el máximo de honestidad, transparencia y humildad posibles.

Referencias

Aspinwall, Mark. 2006. “Studying the British.” Politics 26 (1): 3–10.
Mas, Jordi. 2020. Les mesures compostes.” Barcelona: FUOC.
OECD. 2008. Handbook on Constructing Composite Indicators - Methodology and User Guide.”
Stanton, Elizabeth A. 2007. The Human Development Index: A History.” PERI Working Papers. Political Economy Research Institute.

  1. Ved las páginas 13-14 del Handbook of Composite Indicators (OECD 2008) y el artículo de Saisana and Tarantola (2002) para más información.↩︎

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